Siempre me ha gustado comerme los cuadritos de knorr suiza mientras veo la tele, me los como con jugo y poquita fruta, pienso que así todo tiene mejor sazón, ¿podré vivir así siempre? ¿jugando con mis pies, comiendo trozos de sopa comprimida y viendo a la niña que me gusta pasar por la cuadra? A veces me subo a la gran montaña de llantas que tiene el vecino y la veo pasar, tiene el cabello largo y una carita finita finita, la veo y no puedo dejar de pensar en lo linda que es. Quiero vomitar de los nervios, las piernas me tiemblan, solo pido no caerme como la última vez, todos me vieron y se burlaron por semanas, me acuerdo bien “El llantas” ese apodo me persiguió con todo, no salí de mi casa por tres semanas, me hice el enfermo, ha sido mi mejor actuación, mi mamá se la creyó o solo me siguió la corriente para que nadie me molestara, quien sabe, pero no importa, aquí estoy yo, otra vez, en la cima de este gran cúmulo de basura, mirándote. Si tan solo voltearas a verme un segundo, sabrías que estar aquí arriba no es tan malo, que lo vale y lo vale todo, en serio. Si tan solo me vieras desde donde yo te veo. Casi alcanzo las nubes. Casi las alcanzamos.